miércoles, 1 de diciembre de 2021

EN SOLEDAD

 



 


Con esa soledad que rezuman
las ramas de un árbol en otoño,
voy pisando la resbaladiza
alfombra de hojas a sus pies;
 
Con esa soledad de nieve
de cuando tú me faltas
y la voz herida del teléfono
de cuando me has llamado;
 
Con esa soledad que un faro
que intermitente alumbra o no
como una vela al viento,
con esa soledad de nieve;
 
Así duele una noche
si aprendo a recordarte a oscuras,
si quiero ya olvidarte para siempre,
si ya pierdo el camino de regreso a ti.

DEMASIADO EL AMOR

 



 “Había sido demasiado amor,
tanto como el que podía dar,
más del que me convenía.
Fue demasiado amor
Fue demasiado todo
Y luego no fue nada”
(Almudena Grandes)
 
Y después se olvidó,
como se olvida el tiempo
perdido entre las horas
colgada del recuerdo.
Demasiadas caricias.
Demasiados abrazos.
Demasiados los besos
que gastaron los labios.
Luego nos olvidamos
hasta de nuestros nombres.
Mirando de reojo
si al pasar nos cruzamos
transitando las calles.
Y escondidos vagamos
recordando el amor.
Demasiado el amor
para luego ser nada.