El viento pasa sin llamar. Quedo en silencio todo lo dicen las lágrimas. ¡Me duele tanto el aire! que la espera se niega a preparar el último adiós. Es necesario pasar este duelo, pero no quiero aún despegarme de tu recuerdo. No quiero olvidar momentos felices o tristes. No quiero que seas pensamiento pasado. Y aquí delante de este muro que nos separa, de estas flores que nos distraen, de esta tristeza que paraliza. Aunque el dolor
me quiebre, quiero alzar mi
voz para llamarte, para decirte cuánto me faltas, para decirte que el vacío de tu ausencia es imposible de sopesar, es imposible de llenar.
Yo esperaba tu voz como las estaciones, el verde en el invierno, amarillo en otoño, rosa de primavera, luz de sol de verano. Yo te estaba esperando, como espero el ocaso, como espero la aurora. Yo seguiré esperando, como la fiel Penélope. A pesar del feroz invierno de
tu ausencia.
Contaba el tiempo entre el rayo y el trueno y así la tormenta parecía menos estruendosa No estaba segura cobijada en mi misma mis brazos abrazaban mi cuerpo despreciando al viento Escribo con la
tinta del agua las cosas más
importantes para que no
hieran se borren desaparezca el
dolor más no la herida para que su
cicatriz deje
testimonio de vida