FOTOGRAFÍAS RMRF
¡Una moneda, tan solo una moneda!
Él se fue y me dejó con tres chiquillos,
no soy nada, nada se hacer, solo
puedo pedir para saciar su hambre.
¡Una moneda, por dios, solo una moneda!
Él me acostumbró a mendigar cariño,
perdí la risa y la ternura la primera
vez que me cruzó la cara,
solo vuelven a mí, cuando veo la cara de
sus hijos,
y ahora se va, como se ha ido otras
veces.
¡Ojala no vuelva, ojala se olvide de
nosotros!
¡Una moneda, por favor, solo una moneda!
Ya son las ocho y hoy no he conseguido
juntar
ni para dos litros de leche, solo para
pan.
Con su moneda, mis hijos cenaran
caliente
y yo me sentiré un poco mejor al verlos
sonreír.
¡Una moneda, se lo suplico, tan solo una
moneda!
Abra su corazón, póngase en mi lugar ¿Usted
qué haría?
¡Ojala no le suceda esto! Yo nunca he
mendigado.
Nada quiero para mí, pero ellos…
¡Míreme a los ojos! No le miento, yo no
bebo,
es para mis hijos, aún no saben que él
se ha ido.
Es el último metro que recorro hoy, porque están solos.
¡Una moneda, señora
señor, una sola moneda!
señor, una sola moneda!
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