Perdida en un mundo de cobarde hipocresía
donde nada ni nadie es lo que dice ser
mi voz condena esta cruel vida
ingrata por naturaleza
arde en furor
nadie oye
nadie
ninguno escucha
todos tratan de esconder
el desgarrador grito de tortura
que nos abrasa y nos hace bestias
solo la llama del sol en su luz infinita
y la luna en su periplo oscuro y silencioso
parecen ser cómplices de mi herida desesperación
ACRÍLICO RMRF