Acrílico RMRF
Cada vez que mi boca vuelve a soñar la tuya
y se convierte en pájaro para volver al
nido,
deja de ser terreno estéril y desierto,
para ser prado verde con rojas
amapolas.
…Y soy contigo hiedra que trepa por tu
cuerpo,
amanecer dorado de un cálido
equinoccio,
y el pertinaz cariño reanuda su labor,
y brota nueva vida donde quebró la
rama.
…Y fluyo cual arroyo que a tu paso discurre,
ensancho mis orillas para abarcar tus
ojos,
traspaso mis fronteras, como tu piel la mía
y voy hacia tu playa sin perdida, sin
brújula.
Me sentí solitaria, perdida en el
sendero,
sin saber encontrarme y con las alas
rotas,
pero busqué tu boca en un sueño
guardado,
sabiendo que ese sueño, no vuelve ya a
soñarse.
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