sábado, 10 de octubre de 2020

ES TIEMPO DE DECIRTE



 

Comienza octubre,
con él, el otoño.
Es tiempo de decirte
lo difícil que ha sido no morir.
Tus calles, antes llenas,
respiran un cierto sabor amargo
porque ahora no hay alegría.
Por ejemplo, los parques,
antes alegres y ruidosos,
están cerrados,
los árboles se desvisten de color
y se llenan de ocre y la noche
se da más prisa en acudir a la cita.
Tus plazas, otra vez solitarias,
piden a gritos el ruido de unos pasos.
Tú, que eres madre acogedora.
Tú, que sufres y te alegras con todos.
Tú, que nunca te cierras a la vida,
ahora debes guardar el luto de tu gente.
Podría decirte que esto es bueno para ti,
pero te engañaría, porque sin gente,
mueres poco a poco, día tras día.
Y yo desde mi ventana,
también muero un poco contigo.
Son horas de ceniza y soledad
que recordaremos cuando
vuelvas a vestirte de vida.

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