viernes, 1 de abril de 2022

APRENDÍ A VOLAR

 

 

De tanto caer aprendí a volar
y en cada caída mi mano tendía,
por si la esperanza al fin me traía
más fuerza, más vida, más sabiduría.

De tanto caer aprendí que el sol
refleja su luz en cada rincón,
y con su calor me cubre también.
Y en cada caída más fuerte me hacía.
 
De tanto caer observé a la luna
pues en cada noche brillaba orgullosa
porque en su periplo solo descendía
y con las estrellas un manto tejía.

De tanto caer, me he vuelto raíz.
De tanto caer soy río en el mar.
De tanto caer, no temo a la muerte.
De tanto caer, me aferró a la vida.

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