NANA DE LA LLUVIA
acrílico Rmrf
La melancolía de una nube
descendió sobre mí
en forma de lluvia.
Mi cuerpo absorbió su humedad.
Las hojas de los árboles
huían como cuervos
tras el viento.
El otoño tiene que ser triste,
es como nuestra vida,
cada día cae una hoja.
Y luego esa música…
Ese ritmo constante
de las gotas al golpear el cristal,
perdiéndose en la tarde.
Ese color ocre. Esa falta de luz.
Hoy quiero hacer poesía,
el otoño me dicta los versos.
La lluvia son las palabras.
Ahora escribo con tinta de agua
en papel que son hojas al viento.
Un telón de agua
estampándose contra el suelo,
forma espejos multicolores
deformando la realidad.
Un torrente nace en cada calle,
nadie sabe dónde termina.
No para de llover
y aún así, no estoy triste.
¡Mucha melancolía
deben tener estas nubes!
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