Si se agotan los árboles, se extinguen
las estrellas,
el universo está en continuo cambio,
si las olas incesantes se abandonan en
la playa,
la arena desaparece y adopta nuevas
formas,
sucumben los recuerdos
y el olvido atenaza nuestro corazón,
¿Quién quiere vivir para siempre?
Si el amor cae desde su cielo,
aunque podamos amar una eternidad,
porque la urgencia de la espera apremia
nuestra esperanza.
Las personas que amamos fenecen
aunque su espíritu permanezca, se
adhiera al tiempo
y quede eterno grabado en nuestro alma.
Si no queda nada de nuestro hoy en el
mañana,
¿Quién quiere vivir para siempre?
Si el mar fatigado en su marea hacia
la playa,
a veces la golpea con furia y otras
la arropa y la abraza ¿no lo estará
el corazón?
Miradlo bien, el tiempo que pasa, no
volverá jamás
y será igual que si no hubiera sido,
no obstante volverá otro con nuevos
temores, entonces…
¿Quién quiere vivir para siempre?
Agazapado como un lobo, otro tiempo
espera
a que se oculte el sol para aullar a
la luna.
Pasajero insomne de la noche te dejas
llevar
navegando entre las sombras, como
Ulíses
escuchas las sirenas que te llaman y
te atraen
hacia otro lugar, pero el tuyo ha
quedado atrás.
¡Quién quiere así vivir para siempre!
¡Quién quiere así vivir para siempre!
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