lunes, 22 de octubre de 2018

TARDE DE OTOÑO





                                                                          fotografías  RMRF






Era una tarde cualquiera
poniéndose el sol de otoño
tras la ermita de Santa Ana.
Los campos lucían colores
imposibles de pintar,
los olivos siempre verdes
al cielo ofrecían sus hojas,
los romeros florecían
y exhalaban el aroma
con toda su intensidad.

Mi sombra se reflejaba,
fraccionada y alargada
en la pared de la ermita,
una instantánea grabó
la belleza de la tarde,
el sol se fue tras la luna
y su corte de luceros
y me dejó sin su luz
en ese mismo momento.

Las nubes anaranjadas
rodeaban la colina,
las paredes de la ermita
parecían de coral
y una sombra solitaria
-cubierta de anochecida-
bajó el camino despacio,
sorprendida del otoño
que acababa en esa tarde
para nunca regresar.

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