martes, 24 de septiembre de 2019

APRENDER





















Tengo que aprender aún tantas cosas…

A danzar como las mariposas
entre la belleza y alegría
de los colores de la primavera,
al igual que esa que habitaba en mi corazón
y voló para morir lejos del dolor.

A compartir de nuevo la luna,
maravillarme por el olor de una rosa,
a disfrutar del color del mar,
a comprender que existe el silencio.

Mi vida está hecha con remiendos
de retales de tiempos vividos.
Tiempos pasados que llueven en mis ojos
y ya no me pertenecen.

Soy la heredera de miles de llantos,
en mis pupilas se dibuja la ausencia,
en mis labios quemados, abrasa el agua,
pero en mis manos aún cabe esperanza.

¿Seré capaz de ver el mundo como su creador
y no como una bola de fuego y agua
para aplastar voluntades?

Es otoño y los cadáveres de mis hojas
pesan en la espalda de tantos otoños.
























Fotografías RMRF

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