Si alguna vez transito
por el camino que anduve,
entre un turbio silencio
y un frío rencor de ausencia;
no quiero sentir pena ni nostalgia,
no quiero duelo ni pesar,
ni lágrimas ni lamentos,
solo pensar que he vivido.
Solo atravesar sin miedo
el temido umbral del tiempo.
La madurez y su orgullo.
Porque aún guardo en la memoria,
tantas mañanas fugaces,
tantas plácidas tardes,
tantas lunas.
Que tengo preparado
para tu imagen,
Un rincón en el recuerdo,
un lugar en el cielo
y otro en mi alma.
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