Los días que el sol me sorprende dormida
y mi espíritu despierta soñador,
sin sombras ni ausencias…
los días en que el aroma a pan y café
despiertan mi voluntad
y me trasladan a la niñez…
los días en que mi luz compite
con la claridad del amanecer
y la espuma de la dicha
rodea mi persona…
Esos son los días de mi vida
que me siento infinita.
Esos días en que mi mente crea
y mis ojos acarician el filo de un poema
o el color de un lienzo…
esos llenos de frenética actividad
en los que parece que el mundo termina
hoy…
esos en los que el amor te sorprende
detrás de unos labios con risas de
chocolate,
unas manitas diminutas te acarician,
y unos ojitos te miran llenos de
felicidad…
Esos son los días de mi vida
que se asemejan a la eternidad.
Aquellos llenos de luces y sombras,
de juegos y aventuras,
descubrimientos y decepciones…
aquellos días lejanos, de despertar
a la realidad de la vida,
de crecimiento, de amistad, de lucha…
aquellos en los que veinticuatro horas
eran veinte segundos,
aquellos que viví como entonces supe
hacerlo …
Aquellos fueron los días de mi vida
que me hicieron soñar y ser más fuerte.
En todos ellos, siempre estabas tú.
(Felicidades mamá)
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