Cerremos el amor con un
candado que quede cancelado para
siempre. Salvémonos del mundo y de la
gente tiremos esa llave sin temor. Que el río que transcurre mansamente arrastre toda herrumbre hacía
aquel mar.
Cerremos los cerrojos que protegen el fuego, la ternura y la
pasión. Abramos las ventanas
lentamente que pasen golondrinas a la
estancia, que soplen nuevos aires y
renueven los átomos que forman nuestro
amor.
Logremos de la nada hacer un
mundo
que nazca sin sentir la
soledad, bebámonos a besos las miradas -remansos de suspiros y de
lunas- repletas de caricias y de
músicas que van alimentando el
corazón.
Cerremos el amor contra la
lluvia de olvido, desamor y espesas
nieblas, busquemos en el tiempo las
quimeras que en sueños tejeremos entre
dos. No acabemos de amarnos sin
medida hasta que se nos licue el
corazón. A mamá, por su amor incondicional.