lunes, 23 de julio de 2018

LOS PUTOS VEINTE EUROS


                                                                              Acrílico RMRF



Era un día de perros, con un viento del norte
mordiendo las orejas. Cogí mis veinte euros,
la dichosa receta y salí de mi casa.
Al cuello mi pañuelo y con un buen abrigo,
cruzaba el ventisquero camino a la farmacia.
El viento no cesaba, me robaba el pañuelo,
yo intentaba agarrarlo para que no volara,
pero el aire quería robarme alguna cosa,
fueron los veinte euros que desaparecieron.
Volví sobre mis pasos, rebusque los bolsillos,
nada de nada hubo, ni rastro del delito.
Volvía cabizbaja a pedir otros veinte,
cuando se me ocurrió mirar la barandilla,
baje del ventisquero sin ser de la condesa
y retome la acera camino de mi casa.
Abajo en la rejilla por donde van las hojas
y  las aguas del riego, atascado y doblado
vi el jodido billete que de mí se reía.
Los dedos como pinza y unos nervios de acero,
hicieron que a la fuerza pudiera rescatarlos.
Los putos veinte euros en mi poder estaban,
crucé la calle eufórica mirando la farmacia,
entré con mi receta, se la di al farmacéutico
y de los veinte euros me pude deshacer.
Volví para mi casa mofándome del viento
“no has podido robarme, será para otra vez”

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